El yogur, tradicionalmente considerado como un simple snack o acompañamiento, se ha transformado en un alimento funcional clave. Este cambio se debe a su capacidad para beneficiar la salud intestinal, reforzar el sistema inmunológico y ofrecer nutrientes esenciales. Según estudios recientes, el consumo de productos fermentados como el yogur está relacionado con una mejor salud digestiva y una reducción en problemas inflamatorios (Jones et al., 2022). En 2025, esta tendencia sigue en auge, con el yogur consolidándose como un pilar en la dieta de aquellos que buscan un bienestar integral.